El Clase G, uno de los todoterrenos más capaces fuera del asfalto del mercado, incorpora ahora lo que Mercedes-Benz llama tecnología EQ, que no es otra cosa que un sistema de propulsión eléctrico, el primero en este modelo.

Con la denominación G 580, en referencia a que la potencia de sus cuatro motores -147 CV (108 kW) cada uno-, suman 588 CV (432 kW), este Mercedes-Benz mantiene su chasis de largueros y travesaños, una de las bases de su indestructibilidad. Del mismo modo, sigue fiel a la arquitectura de suspensiones de doble trapecio para el eje delantero y trasero rígido.

El par máximo que ofrecen los cuatro motores, dos integrados en cada carcasa del eje, es de 1.164 Nm, ingredientes suficientes junto a la vectorización del empuje para conseguir una alta efectividad fuera del asfalto.

Entre esos largueros de su chasis de escalera se sitúa una batería de iones de litio de 400 voltios compuesta por doce módulos, 216 celdas y con tres niveles de refrigeración. Tiene una capacidad útil de 116 kWh. Con una carga completa de la misma -pueden hacerse con hasta 11 kW de potencia con corriente alterna y 200 con continua- es posible realizar, según la norma WLTP, una autonomía homologada de 473 km.

También dispone de un sistema de frenada regenerativa que permite contar con varios niveles de recuperación de energía y seleccionables desde levas en el volante. Estos son cuatro definidos más uno, el DAuto, con el que se ajusta la retención que hacen los motores conforme al tráfico.

Esta versión eléctrica acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y tiene una velocidad máxima de 180 km/h.

Otra cualidad habitual de los Clase G, una reductora para afrontar con garantías pasos difíciles a baja velocidad, también está presente en el G 580. Su participación junto a los cuatro motores permite dotar a este modelo de la función G-Turn, que le permite realizar el giro sobre sí mismo sobre suelos poco adherentes.

Con la función G-Steering, según Mercedes, “puede ofrecer un radio de giro significativamente menor al conducir fuera de carretera”. Además, se ha dotado a este todo terreno eléctrico de una función de marcha lenta de tres velocidades que trabaja de manera análoga a un control de velocidad de crucero cuando se circula fuera del asfalto reduciendo las tareas del conductor para que este se centre en dirigir el coche por zonas abruptas.

El diseño de salpicadero y habitáculo son semejantes a los de las versiones de combustión, MBUX incluido.

El Mercedes-Benz G 580 puede afrontar pendientes laterales de hasta 35º, vadeos de hasta 85 cm, de modo que supera en 15 cm a sus homólogos con motores de combustión; y también tiene una función de bloqueos virtuales de diferenciales mediante la vectorización inteligente del par que pueden realizar sus cuatro motores.

Para diferenciarlo de otros Clase G, la parrilla puede estar pintada en negro opcionalmente, el capó está más elevado y se hay air curtains en los pasos de rueda trasera. Igualmente, en lugar de una rueda de repuesto hay una caja en el portón posterior donde pueden alojarse los cables necesarios para la recarga de la batería.

La rueda de emergencia es reemplazada por un cajón que, con su forma aproximada, sirve para almacenar los cables de carga.

De serie el G 580 tiene el sistema de infoentretenimiento MBUX, volante multifunción tapizado en cuero Napa e iluminación ambiental. También el sistema de sonido Burmester 3D y el "capó transparente" que lo dota de cámaras para poder ver el terreno que puede ocultar la carrocería. Entre los extras se incluyen el acceo y arranque sin llave, portavasos con regulación de temperatura. La unidad de control todoterreno rediseñada y el Offroad Cockpit son también extras.

Habrá un Mercedes-Benz G 580 Edition One, una serie limitada limitada con más equipamiento de serie que los estándar y elementos de diseño exclusivos.