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Jerez

La Torre del Homenaje abrirá sus puertas al público en noviembre

  • El objetivo es que complemente la oferta de la cámara oscura y disfrutar de sus vistas

Una imagen de ayer de la Torre del Homenaje del Alcázar.

Una imagen de ayer de la Torre del Homenaje del Alcázar. / pascual

Ya hacía tiempo que se venía anunciando, aunque es ahora cuando parece que la apertura de la torre de Ponce de León es una realidad. Así lo han confirmado fuentes municipales a este Diario, que adelantan que la también llamada Torre del Homenaje se abrirá al público el próximo mes de noviembre. Pero la propuesta es mucho más ambiciosa que sólo el hecho de abrir, "porque el objetivo es dotarla de contenido", pero en una primera fase "lo que se está haciendo es limpiarla y reponer los cristales rotos". Una vez abierta, "la torre se incluiría como oferta complementaria a la cámara oscura, de tal manera que quien visite este espacio también podrá deleitarse con la torre en sí y las vistas de Jerez, y más allá, que tiene desde sus alturas", apuntan desde el Alcázar. Una rehabilitación cuyo estudio se ha encargado a la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla, tal como ya anunció el Consistorio semanas atrás. El delegado de Cultura, Francisco Camas, apunta que ésta "es una primera actuación que da muchas posibilidad y a la que le seguirá una mayor que abordará los accesos y un uso cultural múltiple".

El Alcázar es "el edificio civil más importante de Jerez", según los expertos. Conviven en él diferentes épocas, desde la islámica, en las que se han ido haciendo numerosas intervenciones. "Desde el siglo XV, los Ponce de León lo reconvierten en un miniespacio dentro de otro con esta Torre del Homenaje. Hay muchos añadidos. Al principio la muralla estaba hecha con tapial, aunque también hay ladrillo y piedra, materiales que se fueron sumando desde que se conquista la ciudad hasta la actualidad. Una suma de siglos a través de los cuales el Alcázar se ha mantenido", cuenta el historiador del arte y un gran conocedor del edificio Fernando Aroca. El investigador recuerda que ya se quiso hacer en su día un Museo de la Ciudad. "Lo que está claro es que hay que acondicionarla ya que por dentro está recuperada. Está bien hacerlo todo de cara al turismo, pero al turismo hay que atenderlo bien y darle contenido".

En una primera fase, se está limpiando el espacio y sustituyendo los cristales rotos

"La Torre de Ponce de León fue levantada en 1471 y recibe esta denominación por haber sido construida por el marqués de Cádiz, don Rodrigo Ponce de León, al hacerse cargo de su alcaldía en estas fechas. Su planta es rectangular, con cuatro pisos en altura; los dos inferiores se cubren con vigas de madera, alfajardía y ladrillos por tabla, mientras que los dos superiores lo hacen con bóveda de cañón rebajada. Cada una de estas plantas está dividida en dos recintos por un muro central", describen los historiadores Pablo J. Pomar y Miguel A. Mariscal en su libro 'Jerez, artística y monumental' (Sílex). Detallan que la torre poseía un foso propio hacia la parte interior del Alcázar con el que se comunicaba mediante un puente levadizo. Por tanto, constituía un auténtico donjon (palabra de origen francés que significa torre del homenaje) con todas las dependencias necesarias para vivir en caso de asedio, incluidos hornos, almacenes y cocinas. Su construcción, aunque conserva en lo defensivo determinados sistemas arcaicos por tratarse de una construcción del siglo XV, está ya condicionada en parte por el uso de la artillería.

El Alcázar llegó a tener 12 torres, con su foso y barbacana. Hoy se conservan siete. Un monumento a merced de los tiempos. Del siglo XVI los documentos dicen que el edificio estaba hecho polvo, en el XVII se interviene en el foso donde se acumulaban los escombros, la basura.., un estercolero que también se extendía al resto de las calles. En el siglo XVIII se encarga a varios arquitectos toda la restauración de la zona exterior del Alcázar, entre ellos, José de Vargas, el primer arquitecto titulado por la academia madrileña de San Fernando y a quien se le asigna un sueldo vitalicio. Apoyos a lo largo de los siglos al que se suman en el XX los Díez, que tuvieron el acierto de conservar el palacio de Villavicencio (siglo XVII), restauración que se encargó al arquitecto Teodoro Anasagasti (Teatro Villamarta). De esa época, de 1926, es el enfoscado de algunos de los muros del monumento que hoy aún se pueden ver en algunas postales. Nunca se ha dejado de intervenir, aunque los expertos advierten que el Alcázar necesita "una intervención integral de todo el recinto, no por partes, así como un plan director".

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