Ciudadanos decidió en la jornada de este martes no concurrir a las elecciones generales que se celebrarán el próximo 23 de julio tras producirse una nueva debacle electoral de la jornada del pasado domingo. En el caso de Jerez, la formación naranja se queda sin representación en el Ayuntamiento tras haber contado con ediles desde 2015 (dos y cuatro, respectivamente, en los dos últimos mandatos).

Sin embargo, esta formación, desde su auge a mediados de la pasada década, siempre ha tenido una vinculación especial con Jerez. Más allá de que su aún líder en el Congreso, Inés Arrimadas, sea de Jerez (recientemente ha decidido volver a residir en la ciudad por motivos personales), la formación decidió en sus momentos de bonanza situar en la ciudad su sede provincial. Para ello, abrió una sede en la céntrica calle Rosario, que cerró sus puertas meses atrás ante las dificultades económicas que empezaba a mostrar el partido tras los distintos reveses electorales que iba sufriendo que le estaban provocando importantes pérdidas de representación institucional.

Aunque fue en las generales y andaluzas celebradas en 2008 cuando los jerezanos pudieron votar por primera vez a la papeleta naranja –esa fue la primera incursión nacional de un partido liderado por entonces por Albert Rivera, que empezaba a hacerse hueco en Cataluña- no reapareció hasta las europeas de 2014 en las mesas electorales jerezanas. Sin embargo, la eclosión llegó en las andaluzas de 2015 donde se hizo con el 12% de los sufragios y, meses más tarde, consiguió entrar en el Ayuntamiento jerezano con dos concejales.

Fue en ese momento cuando se inició la era dorada de Ciudadanos que, tras dos generales, le llevó en 2018 a ser la fuerza más votada en la ciudad superando los 20.000 votos. Pocos meses después, en las generales de abril del año siguiente, alcanzó los 24.000 y en mayo se hizo con cuatro concejales en el Ayuntamiento.

Eran momentos donde Ciudadanos conseguía superar al Partido Popular en feudos tradicionalmente conservadores como Torres de Córdoba, Pozoalbero, Las Flores, el entorno de Hipercor o Sherry Golf, entre otros. También solía tener buenos resultados en puntos como la Hacienda El Polo, el Parque Nazaret, la plaza de la Estación o la zona centro.

Sin embargo, la repetición electoral de las generales de noviembre dio síntomas de que este partido empezaba a dejar de ser considerado por electorado como una alternativa sólida al PP, que poco a poco comenzaba a recuperarse. Fue a partir de ahí cuando se inició una caída que se ratificó en las andaluzas del año pasado con poco más de 3.800 votos (7.000 menos que en las generales precedentes). Ya solo quedaba certificar la caída en las municipales del pasado domingo donde, ni siquiera, superó los 3.000 y, por ende, perdía su representación en el Consistorio jerezano.

El pasado domingo, Ciudadanos perdió votos en todas las mesas que se constituyeron en Jerez en comparación con las municipales de 2019. Así, solo en tres secciones censales (Cerrofuerte, San Telmo y El Altillo) superó el 5% de las papeletas contabilizadas. Y en otras 21 no llegó, ni siquiera, al 1% de los votos contabilizados. No en vano, en el distrito conformado por el entorno de la avenida Alcalde Álvaro Domecq y zona norte, apenas registró un 3,1% de los votos. Cuatro años antes, en cambio, consiguió el 17,8%, un respaldo que ha acabado mayormente en el PP.