Desde la tarde de ayer, mientras el rugido de los motores de las motocicletas atronaba la ciudad, los rocieros jerezanos iniciaban el camino hacia la marisma -a la vuelta de la esquina está ya la partida- con el tradicional Pregón de la Romería, que para nosotros es como el simbólico primer “rengue” de la anual peregrinación hacia la aldea del Rocío, para el ansiado encuentro con la Reina de las Marisma, Blanca Paloma de Almonte, la Santísima Virgen del Rocío…

Como cada año, cientos de rocieros se congregaron en la hermosa e insólita bodega de “La Concha”, de González Byass; una de las singularidades y atractivos de nuestro pueblo; para escuchar el arrebatado canto de amor a la que es guía y norte, para quienes la tienen por madre, del periodista Antonio Moure, cuya exaltación de lo que representa y significa el Rocío para miles de jerezanos supo llegar a lo mas profundo del corazón de su entregado auditorio con ese discurso que siendo igual cada año; en cada ocasión -como debe ser-; siempre es distinto, ofrece originales imágenes a través de la palabra y acaba inevitablemente no solo en lo más profundo de quienes son y se sienten devotos de la Blanca Paloma, sino en incontenibles lágrimas, fruto de una emoción que solo tiene parangón cuando uno, en la Ermita, se encuentra cara a cara con la mirada de la Señora…

Llega la Pascua de Pentecostés; la fiesta del Espíritu Santo; y el Rocío nos convoca, una vez mas en su anual y universal Romería, en la que la presencia de Jerez en la aldea marismeña ha ido creciendo, año a año, hasta convertir no solo nuestra llegada, en la jornada del sábado; en la que la caravana rociera, procedente del Coto Doñana, tras un duro y a la vez hermoso tránsito por veredas y arenales, junto a los lucios ahora cubiertos de agua, por Marismillas o Palacio, junto a la Pajarera y por la Raya; ese corta fuegos que es como el penúltimo obstáculo del Camino; precedida de la espléndida y numerosísima caballería y escoltado el Simpecado en su Carreta de plata, por una legión de entusiasmados devotos de la Virgen, será una de las más destacadas estampas del día de la Presentación ante la Hermandad Matriz de Almonte…

Pero antes, ya digo, el primer “rengue” de este nuevo Camino del año 2024, el acto del Pregón de Antonio Moure Sánchez, que ya tuvo el honor de cantar nuestra Semana Santa en dos ocasiones, dejando en el recuerdo de los cofrades jerezanos su capacidad para robarles el corazón con su lirica palabra y con las originales metáforas sobre la celebración pasional de nuestro pueblo, como ayer mismo hizo con su personal descripción de lo que para Jerez y cientos de jerezanos supone, desde hace ya muchos años, la devoción hacia la Virgen del Rocío que ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, desde que aquel grupo de los Caballeros, los Bernal, los Peña, junto a mi tocayo Cano; el mayor conocedor de los parajes y caminos hacia la Señora; cuya detalla y descriptiva relación compartió siempre con generosidad con todos; y algunos otros; precedidos por el inolvidable Rafael Bernal, que tantos años salvaría la antigüedad de la Hermandad de Jerez ante Almonte; tuvieron la osadía de inaugurar, con un modesto “carrito”, el Camino de los rocieros jerezanos al encuentro con la Señora…

¡Felicidades, Antonio…!