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Sobre la talla artística de Joan Manuel Serrat no pueden existir dudas y sobre su talento juvenil, tan grande como el de su osadía, aún más. El Serrat que despuntaba al inicio de su carrera a mediados de los años 60 acompañó al cantautor de su mejor época, el brioso treintañero de los 70 y el joven que hacía 20 años que tenía 20 años de los 80. Serrat dice que siempre le gustó cantar en el idioma que le prohibían, en catalán cuando era un mocoso en un franquismo que iba a ninguna parte; o en castellano cuando los independentistas lo ven como un anciano complaciente. Así que este señor siempre ha cantado lo que le ha dado la gana y a los demás nos ha encantado. Hay que ser mala persona, o ciego espiritual, para escamotear su valía o siquiera cuestionar su Princesa de Asturias.

El valor (en todas sus acepciones) indudable de Serrat se dibuja en ese tiempo de aparente clandestinidad donde se sucedían los discos magistrales que los amigos compartían como secretos inconfesables y se tarareaban con entusiasmo. Un viaje que parte desde el Mediterráneo hasta los Campos de Soria y que alcanza con esa normalidad que dota la democracia al Uruguay de Mario Benedetti: El sur también existe. Y Serrat, por fin, ya existía en TVE. Fue Carlos Tena, poco antes de liarla con Las Vulpes, el que lo llevó en 1981 a la Casa de la Radio en Música, maestro, cuando el Noi viajaba En tránsito.

Un ídolo en América de punta a punta que no necesitó a la televisión en España para ser lo que era y cantar a Violeta Parra en el extranjero cuando no lo podía hacer aquí. En1974 apareció en un espejismo de programa aperturista, A su aire, Y el recital grabado en 1975 no llegó ni a emitirse al estar en busca y captura.

Cuanto más crecía su nombre fuera de la TV más palidecían los que intentaban taparlo. El entorno de la dictadura no le perdonó el desplante de querer pronunciar en catalán una canción sin apenas letra como el La, la, la. Si ganó Massiel, mejor. A Serrat no le habría hecho falta ganar Eurovisión. Ni siquiera le llegó a perseguir esa sombra.

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