Portada, obra de Ana Pellón.

La cabeza de Virginia Reguera entró el verano pasado en ebullición. Las ideas borboteaban sin cesar durante sus paseos por Jerez. Todas tenían una línea común: jugar con las letras. Era el momento de publicar. Tras consultar a autores amigos de la Fundación Caballero Bonald como Pepa Parra y Ricardo Rodríguez, nace 'Comodín blanco', autoeditado, "porque así soy yo quien hace el libro entero", cuenta la autora jerezana. 

Con ilustraciones y portada de la pintora Ana Pellón, este libro de microrrelatos "tiene por protagonista a las letras, letras que se cambian de sitio en las palabras o que desaparecen. Es una obra que hace un homenaje a mi lengua, no en plan erudito, sino como un juego. Creo, además, que es un libro en el que se me reconoce más a mí". 

Microrrelatos cargados de emociones y sentimientos. Seis capítulos llamados 'As de corazones', dedicado a su hija; 'Naipe blanco', sobre la medicina desde diferentes ángulos; 'Escalera de color', como homenaje a la literatura y a algunos escritores; 'Rey de espadas', a su padre, trufado con temas sociales; 'Dobles parejas', al mundo de las parejas, convencionales o no; y 'Dama de corazones', autobiográfico y dedicado a su madre, que murió mientras Virginia escribía este libro. "Son matices sentimentales, recuerdos también de cuando escribía de jovencita y le dedicaba algunas letras a mis padres". 

Alergóloga jubilada desde hace dos años, Virginia entra en una casita muy especial cada vez que se pone a escribir. Un pequeño refugio imaginario (como la casita de la portada del libro). "Un lugar donde todo es posible cuando todavía no ha empezado nada. Luego, esa casa se va llenando de colores irradiados por los microrrelatos". 

La autora ya tiene publicado un primer libro llamado 'Microestesia' (2020). 'Comodín blanco' ya ha sido presentado en Jerez y Sevilla; y en abril Virginia lo llevará a Granada, en la Biblioteca de Andalucía; y a Cádiz, citas para las que todavía no tiene fechas.