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el rebusco

Los lazos de la familia Lavalle con Jerez

  • José Antonio de Lavalle Romero-Montezuma, IV conde de Premio Reall Un ilustre jerezano dedicado a la diplomacia

Jerez ha sido cuna de destacados diplomáticos. Desde Juan Manuel Sánchez y Gutiérrez de Castro pasando por Juan Pedro Aladro, hasta los actuales Alfonso María Dastis y Jorge Domecq Fernández de Bobadilla.

Sin embargo, pocos conocen que en el cementerio de Notre-Dame de Belmont, en Quebec, se encuentra la tumba de un ilustre jerezano, José Antonio de Lavalle Romero-Montezuma, IV conde de Premio Real, que falleció en Canadá cuando ejercía el cargo de Cónsul General de España.

Esta es su historia, y la de su familia.

El I Conde de Premio Real fue José Antonio de Lavalle y Cortés, caballero profeso del habito de Santiago, brigadier de los Reales Ejércitos, coronel del regimiento de Infantería de Lima, Regidor perpetuo de Lima, y Prior del Tribunal de ese consulado. Nació en Trujillo (Perú), en 1734, y falleció en la misma ciudad en 1815. En 1776 se casaría en Trujillo con la limeña Mariana de Zugasti y Ortiz de Foronda.

El Condado de Premio Real es un título nobiliario español concedido por el rey Carlos III en 1782, por su participación en la Gran Sublevación dirigida por Túpac Amaru II.

El II conde, Simón A. de Lavalle y Zugasti (titular por un dictamen del Consejo de la Grandeza de España) regidor in fieri de Lima y capitán de Granaderos del Regimiento de Lima, desposaría con Ysabel Cabero Salazar, con la que no tuvo descendencia masculina, y el título pasó a su sobrino, hijo de Antonio Prudencio de Lavalle y Zugasti (Trujillo, 1770-1812). Éste último se trasladaría a Cádiz, donde se casaría con Dolores Sánchez Trujillo Barragán y García Bel, de Conil.

El III conde, nacido en Cádiz, José Antonio de Lavalle Sánchez Zugasti y Trujillo, llegaría a ser Comendador de la Orden Americana de Isabel La Católica, Consejero de Su Majestad en Agricultura, Industria y Comercio, Presidente de la Real Sociedad de Amigos del País, de Jerez, de la de Cádiz y corresponsal de la de Sevilla. Tuvo residencia en Jerez, en calle Caballero.

Estuvo casado, en primeras nupcias, con Ana Romero-Motezuma Ramos Corbacho y Guerra, natural de Jerez, y con la que tuvo dos hijos, José Antonio (1840), y una hija, María de la Estrella (1844).

Volvería a casarse, esta vez con María de la Caridad Rodríguez de la Vera-Basurto, con la que tuvo a Fernando y a María del Carmen.

Consultadas las fuentes de los Archivos del Obispado, así como los municipales de Jerez, nos asaltan dudas sobre el uso del apellido Montezuma (a veces escrito como Motezuma).

José Antonio de Lavalle y Romero-Montezuma, IV Conde de Premio Real por Carta de Sucesión de 1879, además de Conde La Estrella, nacería en Jerez el 19 de agosto de 1840.

De su padre, el historiador Diego Parada y Barreto daría una breve reseña a pie de página en su libro Hombres Ilustres de la ciudad de Jerez de la Frontera (1878): "...aun cuando no nacido en Jerez, en esta ciudad vivió largos años y radicó su casa y su familia. Hombre hábil en asuntos comerciales y erudito en letras y artes le debe la ciudad servicios en unos y otros ramos".

Esto hace suponer que su hijo recibió una esmerada educación. En 1861, con veintiún años, ya lo vemos destinado como Vicecónsul en Cardiff, y al año siguiente en Malta, donde se desposaría, en 1863, con la aristócrata Emilia Sant Giulia, hija del conde de San Lázaro y barón de Fournier.

Otros lugares serían, ya como cónsul, en Filadelfia, desde el 28 de junio de 1866 hasta 1868; Cónsul de primera clase en comisión en Emuy (China), desde el 20 de junio de 1870, donde construiría con su propio dinero y diseño la residencia oficial consular.

Mas tarde, desde el 26 de junio de 1872, comisionado en Nápoles; y en Hong Kong desde el 25 de septiembre de 1872

Su último destino, el 28 de octubre de 1874, lo llevaría a Quebec como cónsul general

A lo largo de su vida recibió diversos honores y condecoraciones, como la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, la medalla de la Orden tunecina de Iftikhar Nischan, Comandante y Caballero de la Orden de Nuestra Señora de la Concepción de Villaviciosa de Portugal y Caballero de Cristo de la Concepción de Villaviciosa de Portugal.

En Quebec, donde residió durante catorce años, tuvo fama de excéntrico, pero eso no fue óbice para que tuviera una activa vida social y cultural. Sus funciones de cónsul la alternó con su pertenencia a la Sociedad Geográfica, donde ingresó en 1881, además de ser miembro fundador del prestigioso club literario Le Club des 21.

En ese tiempo realizó diversos trabajos sobre la historia, geografía y la musical tradicional local. Su residencia, desde 1885, fue la elegante mansión Sewell, edificio histórico de principios del XIX que aún se conserva.

Fallecería, sin descendencia, en Sant Foy el 19 de octubre de 1888. Su muerte, acaecida en extrañas circunstancias, se debió al dispararse su propia arma de fuego.

El título sería rehabilitado en 1905 por el rey Alfonso XIII en favor de un tatara-tatarnieto de María Josefa de Lavalle, hermana menor del primer conde.

Para finalizar hay que resaltar, que tanto del tercer como del cuarto conde la Biblioteca Municipal de Jerez guarda entre sus fondos históricos una serie de obras escritas por ellos, parte de los mismos como donación de los propios autores. Entre los que habría que citar los publicados en Quebec: Divers memoirs pour serviu a l´actuale relations commerciales entre L´Espagne et Canada (1879). Les isles Sant´Pierre et Miquelon (1880), y Scrap-book: contenant divers souvenirs personnels (1880).

1.-Casa del cónsul español en Emuy (China)

2.-La mansión donde residió en Quebec

3.-Retrato del IV conde de Premio Real.

4.-Portada de una sus obras.

5.-Libro escrito por su padre.

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