Una jerezana ha aceptado la condena tres años y un día de prisión por delito de tráfico de drogas tras una investigación policial que llevó a desmantelar un punto de venta de estupefacientes en la barriada de San Juan de Dios. La condenada acató la petición que realizó la Fiscalía al inicio de un juicio que se celebró en la sede jerezana de la Audiencia Provincial el pasado mes de enero.

Entre los meses de marzo y de abril del año pasado, integrantes del grupo de estupefacientes de la Comisaría de la Policía Nacional en Jerez, en colaboración con el grupo ‘beta’ de la Policía Local, investigaron la posible venta de drogas en el entorno de un inmueble de esta barriada de la zona oeste de la ciudad. Así detectaron que la procesada vendía determinadas sustancias a personas que acudían a la zona.

De este modo, a finales de abril, y tras obtener el permiso judicial, se procedió a registrar la vivienda donde se hallaron drogas que estaban listas para su venta. Ahora bien, también se encontraron estupefacientes en un vehículo vinculado a la condenada y, previamente, se había requisado pequeñas dosis a las personas que habían acudido a comprarlas.

Según se recoge en la sentencia, entre todos los registros se hallaron 170 papelinas de cocaína, 295 de 'rebujito' (una mezcla de cocaína y heroína) y diversas cantidades tanto de cannabis como de resina de hachís. Además, los agentes policiales se incautaron de una importante cantidad de medicamentos tales como tranquimazin, tranxilium, tivoltril, alprazolam o pregabalina, además de unos 1.342 euros en metálico. Según las estimaciones realizadas, toda la droga decomisada podría haber alcanzado en el mercado ilícito un valor de unos 23.760 euros aproximadamente.

Fruto de aquella intervención policial, se detuvieron a tres personas, concretamente la ahora condenada y otras dos más, aunque estas dos últimas no fueron finalmente procesadas en este procedimiento. Entonces, la Policía Nacional apuntó en un comunicado que, con esta intervención, se había podido desmantelar uno de los puntos de venta de droga más activos de Jerez.

Al inicio de la vista oral, la Fiscalía solicitó una pena de tres años y un día de prisión, además de una multa de 50.000 euros, una petición que fue aceptada por la .

No obstante, en la vista oral, la defensa de la condenada pidió la libertad provisional y la suspensión del cumplimiento de pena basándose en un artículo del Código Penal que contempla esta posibilidad cuando, en el momento de cometer la infracción penal, se encuentre en estado de intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas, drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, y la pena impuesta no sea superior a los cinco años.

Ante esto, el tribunal determinó que la procesada debería ser examinada posteriormente por un médico forense antes de decidir sobre esta medida. No ha trascendido si finalmente acabó aceptando o rechazando la solicitud.