Jerez en el recuerdo

Viejas capillas y ermitas en el Jerez de Antaño (y II)

Antigua Iglesia de San Sebastián y de la Candelaria

EN la Alameda Cristina junto a San Juan de Letrán, justo delante de lo que fue Colegio de la Salle, hoy hotel, se alzó la iglesia de La Candelaria, edificada tras el derribo en el mismo lugar de otro templo de origen medieval como fue el de San Sebastián que en tiempos pasados diera nombre a esta zona de la ciudad. La iglesia de la Candelaria se comenzó a construir en 1713 y tras muchas vicisitudes las obras acabaron en 1747. Presentaba planta de cruz latina de una sola nave con crucero y cúpula semiesférica. Parece ser que el elemento más característico era su torre que se elevaba sobre el pórtico. Tras el decreto de Desamortización de Mendizábal en 1834, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que atendía el Hospital del mismo nombre allí existente y al que el templo daba servicio religioso, se vio obligada a abandonarlo, perdiendo esta Orden la propiedad tanto del hospital como de la iglesia, que pasó a depender del Ayuntamiento el cual lo cedió para cuartel de milicias. En 1850 ante el grave deterioro de la estructura del templo el Ayuntamiento decidió demolerlo, hecho que se consumó en el año 1852. En el terreno que dejó se hizo un jardín con una verja, el mismo que conocimos delante del que fuera Colegio de La Salle y antes Instituto de Enseñanza Media.

La Capilla de Santa María del Alcázar

En la época islámica fue la mezquita palaciega del Alcázar. Alfonso X el Sabio tras su primera conquista de la ciudad la consagró como capilla cristiana bajo la advocación de Santa María. Tras la rebelión mudéjar de 1264 dicha capilla fue incendiada hundiéndose su artesonado. Fue posteriormente reconstruida en 1285 preparándose para el culto católico. Según algunas crónicas, primitivamente en su altar aparecía una pintura de Santa María sentada con el niño en sus brazos y el rey Alfonso X el Sabio adorándola de rodillas en actitud de éxtasis, a sus espaldas aparecían obispos y caballeros. En 1643 el rey Felipe IV hizo merced de este Alcázar e iglesia a Miguel Fernández de Villavicencio para casa mayorazgo. Cuenta la historia que en el centro de esta capilla fueron sepultados los restos del rey Felipe de Navarra muerto en su lucha contra los moros.

Capilla del Cristo de los Desagravios

En 1734 el entonces cura de San Miguel, Ramón Álvarez de Palma, inició en una casa alquilada en la calle Pollo nº 6 un pequeño hospital para atender en exclusiva a mujeres tuberculosas. Dicha casa, llamada del Cristo, estuvo siempre cargada de leyendas e incluso algún que otro fantasma. En el rellano de su escalera se encontraba la imagen de un crucificado, suponemos que como protección a sus moradores por la causa antes expuesta. Diecinueve años más tarde, en 1753, dicho hospital se traslada a la calle Vicario, donde quedaría definitivamente ubicado. Conserva este edificio de la calle Vicario una capilla la cual fue construida sobre otra existente con anterioridad y cuyo título era el de "Santo Cristo de los Desagravios".

Exteriormente, el edificio presenta unas líneas sencillas, destacando en ellas la fachada de la iglesia, coronada esta por una hornacina y rematada por una espadaña. El interior es de líneas neoclásicas y está distribuido a partir de un claustro de arcadas de medio punto sobre pilares. Al fondo se abre una doble arcada sustentada por columnas de mármol con capiteles. La capilla desacralizada y en perfecto estado es utilizada actualmente como salón de actos del centro educativo allí existente. Conserva su cancel de ingreso en madera, su altar mayor y dos capillas laterales. Cabe añadir que el referido hospital desapareció como tal en 1840 al ser integrado en el recién creado Hospital Municipal de Santa Isabel. Desconocemos si tras la desaparición del Hospital de Mujeres Incurables la capilla continuó algún tiempo ofreciendo cultos religiosos.

Capilla de El Portal

En la barriada de El Portal se encontraba una pequeña ermita que fue construida en 1641 para que los marinos que desde el muelle hacían el tráfico por el río hasta El Puerto y Cádiz pudiesen oír misa los domingos y fiestas de guardar. En esta capilla se veneraba una imagen en lienzo de la Virgen María conocida como Nuestra Señora del Portal. A dicha imagen se le atribuye un milagro muy sonado por aquellos tiempos. Resulta que en 1720 se presentó en el Cabildo un señor llamado Juan Alvarado Orbaneja poniendo de manifiesto una carta en la que daba cuenta de dicho milagro realizado sobre una niña de 11 años completamente tullida y postrada en cama, gracias a la intercesión de la Virgen del Portal se levantó de su lecho completamente curada. Según refiere el que fuera Archivero Municipal a mediados del pasado siglo, Adolfo Rodríguez del Rivero, la carta antes aludida se encuentra protocolizada en las actas de 1720, folio 428 del Archivo Municipal. Pocos años después la capilla quedó en un estado deplorable, por dicho motivo la imagen de la Virgen fue trasladada a la parroquia de San Miguel. Terminadas las obras en 1751 la imagen retornó a su capilla del Portal. Nuevamente y sin que sepamos las causas, dicha imagen volvió a San Miguel y allí se encuentra todavía en una de sus capillas.

Iglesia de San Agustín

La desaparecida iglesia de San Agustín fue levantada en terrenos cedidos por la ciudad en el año 1626. Más tarde se construiría en sus aledaños el convento de los Agustinos que ocupó una superficie de cerca de 4.000 metros cuadrados. En esta iglesia se veneraban las imágenes de la Virgen del Socorro y la de Ntra. Sra. de Guía, ambas procedentes del pequeño monasterio de Guía en la Alcubilla. Tras el decreto de Desamortización de Mendizábal, tanto la iglesia como el convento pasaron a poder del Estado. Más tarde pasó a manos del Ayuntamiento, el cual lo cedió para cuartel de Infantería al objeto que esta guarnición permaneciera en Jerez. En 1880 Manuel Misa y Bertemati, conde de Bayona, restauró a sus expensas el cuartel no siéndolo así la iglesia, la cual treinta años después estaba totalmente arruinada. Ya en los años cuarenta del pasado siglo XX su solar albergó un cine de verano.

La Ermita de San Benito

En el siglo XVI existía en Jerez una ermita que daba nombre al denominado Valle de San Benito al estar la misma dedicada a este santo. Según nos cuenta el historiador Portillo, en terrenos anexos a ella se hizo una enfermería donde atender a los enfermos en tiempo de epidemias, pudiendo éstos a través de una puerta, oír misa desde sus camas. En 1584 la ciudad ofreció estas instalaciones al abad de San Benito de la ciudad de Sevilla con el fin de que fundara en Jerez un convento de ésta orden que no fuese abadía, pudiéndose convertir así la ermita en monasterio. Los monjes que aquí vinieran no tendrían que pedir limosna, sino que se sustentarían con un juro que el monasterio de Sevilla tenía en Jerez. De esta manera, las aportaciones económicas de los fieles jerezanos se invertirían exclusivamente en la edificación del monasterio. Con estas premisas tomó posesión de este lugar un grupo de siete monjes benedictinos. Poco tiempo habría de durar este asentamiento, ya que tres años más tarde el abad expuso la imposibilidad de seguir en Jerez por falta de rentas, por lo que se convino el traspaso de este convento a los frailes carmelitas. No estuvo mucho tiempo en San Benito la orden del Carmelo ya que en año 1.600, debido a una terrible epidemia de peste que asoló la ciudad, el municipio requirió las citadas instalaciones para habilitarlas como lazareto a fin de dar atención y cobijo a los apestados, por lo que a los Carmelitas se les ofreció un lugar a intramuros al cual se trasladaron. Al año siguiente llegaron a nuestra ciudad dos frailes de la orden franciscana de los Capuchinos, fray Antonio y fray Feliciano de Córdoba, tomando posesión de aquella vieja iglesia, adquiriendo a la vez unos terrenos adyacentes para ampliar el convento.

Parroquia de Caulina

Situada en la Avenida de Europa frente a la barriada de la Granja, no tiene uso religioso desde hace casi medio siglo. Bajo el título de San Enrique y Santa Teresa, esta iglesia fue construida sobre el año 1917 a la vez que las casas de colonos que salpican los llanos de Caulina. Tras su desacralización se usó como almacén y actualmente como restaurante y discoteca. Antaño daba servicio a una extensísima comarca que abarcaba hasta los límites impuestos por el Guadalete en la actual Barca de la Florida. Por este motivo, para celebrar las bodas y los bautizos de toda esa demarcación había que desplazarse hasta esta parroquia, lo que imponía un regreso tanto de los contrayentes como de sus familiares e invitados de más de quince kilómetros a pie o a caballo, por lo que el convite era costumbre hacerlo por las ventas del camino o en unos alegres "rengues" que en ocasiones solían terminar al día siguiente. Actualmente el título de aquella antigua parroquia lo ostenta la de Guadalcacín.

Capilla del Altillo

La última de las capillas cerradas al culto en Jerez ha sido la del Altillo, en la que hasta hace poco más de un año se ha venido celebrando durante más de un siglo la misa dominical de forma ininterrumpida. Es una diminuta y acogedora capilla de estilo neogótico edificada en 1889 por el entonces propietario de la finca Ricardo de la Quintana y Murrieta bajo la advocación del Corazón de Jesús, imagen en mármol que preside la misma. Para su ejecución su propietario no escatimó en medios, baste decir que sus vidrieras fueron encargadas a una prestigiosa compañía de Londres, Mayer & Cía. También poseía una buena colección ornamentos, vestiduras eclesiales y vasos sagrados, entre los que destacaba un artístico cáliz encargado a un afamado artesano de París. Al haber pasado la finca a propiedad municipal desconocemos cual será el futuro uso de esta singular capilla.

FUENTES: Portillo, J. Concisos recuerdos de Jerez, Jerez 1847. Gutiérrez, Bartholomé, Noticia del estado presente y antiguo de la M.N. y M.L. ciudad de Jerez, Jerez 1886, edición facsímil BUC. Muñoz Gómez, A. Noticia histórica de las calles y plazas de Jerez, Imp. El Guadalete, Jerez 1903. Rodríguez del Rivero A. Notas para la historia de Jerez, en Diario Ayer, septiembre de 1943. Mariscal Trujillo A. Por las calles del viejo Jerez, Editorial Azagaya, Jerez 1995. Id. Alrededor de Jerez, Eje Editorial, Jerez 2004. Pomar P. y Mariscal M.A., Jerez artística y monumental, Ed. Silex, Madrid 2004. González de la Blanca, P. El invierno de las rosas, Ed. Edasa, Barcelona 2006. Larios y Larios, J.M. La iglesia del antiguo Hospital de la Candelaria, Editorial Comares, Granada 2008.

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