Lulú todas las mañanas va a la cascada a lavarse la cara. Y además, la mayor parte del tiempo porta un espejo en la mano para mirarse en ellos. Ésta chimpancé fue rescatada de un fotógrafo que la llevaba de feria en feria, y de ahí su obsesión con la estética, ya que el fotógrafo la preparaba para su posterior retrato. Ahora Lulú tiene 35 años y una inteligencia que equivale aproximadamente a la de un niño de seis años.

Con Lulú viven otros dos chimpancés más, una hembra llamada Isabela y un macho llamado Chavo. Sin embargo, el caso de Lulú es diferente. Cuando llegó al Zoobotánico de Jerez hubo que enseñarla a ser un chimpancé, ya que se alimentaba de comida de personas y se había criado entre ellas. Los cuidadores, para que éstos desarrollen su capacidad, les hacen unos pequeños orificios en las ramas y le introducen miel para que así los chimpancés la extraigan.

Esta semana el Zoobotánico de Jerez realizó un paseo guiado al atardecer, con el objetivo de mostrar a los animales en su esplendor. La visita se realizó a las 19:00 horas. Y la novedad de la misma es que a esa hora cierra el parque y se guardan a los grandes felinos por motivos de seguridad. Asimismo, a la visita acudió el delegado de Seguridad Ciudadana, Movilidad, Protección y Bienestar animal, Rubén Pérez.

El delegado ha destacado que “se está creando hace un tiempo una sinergia que yo quiero reforzar con los Montes de Propio, los biólogos hacen allí lagunas para los anfibios”. La idea es que al igual que se pretende conservar a las grandes especies también preservar las de la zona.

Entre los objetivos principales de este zoo se encuentran la conservación de las especies, investigar e intentar devolverlos a su hábitat, tratar de resolver enfermedades y la educación. Actualmente, están en peligro de extinción el 80 por ciento de los animales del parque, y por ello, están en marcha 32 proyectos de reproducción.

En el Zoobotánico se encuentran numerosas especies en peligro de extinción, entre ellas, el lince ibérico. Hace poco murió una hembra de lince ibérico debido a su avanzada edad (16 años, superando la esperanza de vida del lince, que son 14). Éste fue el primer ejemplar que reprodujo en cautividad.

El lince se trata del felino más grande de la península ibérica. Los ejemplares que pueden ver los visitantes ya no se encuentran en etapa reproductiva. Los que aún se reproducen se encuentran en una zona apartada. Este felino es uno de los más amenazados del mundo. En el año 2.000 solo había 100 de su especie y con la ayuda de los zoológicos y en concreto el de Jerez, se han conseguido aumentar la cifra a 650 linces ibéricos. Actualmente no hay muchos zoológicos en los que puedan verse. Y son siete los que han salido del Zoobotánico de Jerez.

El lince es un animal crepuscular, y especializado en un 90 por ciento en la caza de conejo. Éste solo consigue cazar tan solo dos de cada diez conejos que fija. El lince ibérico tiene una particularidad, y es que en el extremo de las orejas tiene unos pinceles negros rígidos. Asimismo, durante mucho tiempo se pensó que servían para captar mejor los sonidos, pero el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente demostró que esos pinceles servían para romper la silueta del animal y camuflarlo para poder acercarse lo máximo posible a un conejo, ya que si no se encuentra a menos de dos metros no consigue la presa. Algo que ha de tenerse en cuenta es que para reintroducir al lince en un hábitat hay que hacer un control de conejos. En el caso de que haya pocos conejos habrá pocos linces.

Otra de las especies que se encuentran en peligro de extinción es el bisón. El visón europeo ha sufrido la caza furtiva y la invasión del bisón americano, ya que la industria de la peletería utilizaba a esta especie, y cuando se prohibió los dejó en libertad, de tal manera que hay más americanos que europeos. El Zoobotánico tiene previsto seguir fomentando los proyectos de conservación y la investigación, y no solo de los animales sino de las especies botánicas.