educación

El perro como un instrumento educador

  • La Asociación Amigomio y la guardería El Nido han llevado a cabo una experiencia pionera en Jerez centrada en la Educación Asistida con animales

Chusca es una perra ejemplar. Su mirada desprende cariño, ternura y fidelidad. Es algo así como un osito de peluche andante con el que los niños disfrutan. Ella, junto a Fito, se han ganado el corazón de todo un grupo de pequeños de dos años que durante un trimestre entero han compartido experiencias en su centro de educación infantil.

Se trata de una iniciativa pionera en Jerez, una apuesta que han llevado a cabo conjuntamente el Centro de Educación Infantil El Nido y la Asociación Amigomio, y que ha tenido una respuesta y trascendencia especialmente significativa.

No se trata de llevar un perrito y que los niños interactúen, es un proyecto con unas bases"

"Al principio, cuando se presentó el proyecto a los padres, muchos no tenían claro la idea de la Educación Asistida con Perros e incluso algunos dudaban si hacer partícipes a sus hijos de este proyecto, ya que era voluntario", relata la responsable del centro Olga Meynet.

Sin embargo, el tiempo ha sido el mejor filtrador para disipar dudas, ya que el trabajo del equipo profesional como del equipo 'canino' han sido el mejor bálsamo para conseguir una gran unión entre pequeños, profes y perros.

Desde la Asociación Amigomio, que normalmente trabajan de manera gratuita y voluntaria con colectivos y familias sin recursos, valoran la experiencia como "muy positiva", y les sirve para dar un paso más en su apuesta por "incluir a los animales como agentes motivacionales dentro de procesos terapéuticos o educativos", recalca Susana, que ha sido una de las coordinadoras del proyecto en Jerez.

"Ha sido una experiencia pionera en Jerez y creo que también en Andalucía, ya que este tipo de intervenciones suelen realizarse en centros de educación de Primaria y Secundaria, pero no tenemos noticia de que se haya realizado en Centros de Educación Infantil con anterioridad", explica la monitora.

"No se trata de llevar un perrito, y que los niños lo paseen e interactúen con él -añade-, hablamos de un proyecto educativo con unas bases donde se fomenta la sensibilización y el bienestar animal", recalca.

Para llevarlo a cabo, el personal del centro y la asociación Amigomio ha marcado una serie de objetivos a trabajar durante las sesiones, que se han celebrado una vez a la semana durante todo el trimestre pasado.

"Las sesiones se realizaban los viernes, reforzando los conceptos trabajados durante la semana. Lo novedoso es que al integrar al perro, la atención e involucración de los niños es inmediata y los conceptos se afianzan más rápidamente. Realizamos juegos en los que los niños, en grupos reducidos de cinco, interactúan con el perro, y aprenden a la vez que se divierten", destaca Olga Meynet, de El Nido.

En concreto, los pequeños trabajan sobre colores, números, formas, tamaños, emociones, espacio, motricidad o reciclaje, aspectos que gracias a ello "los asumen con naturalidad y de una forma más rápida, están deseando que llegue la clase con los perros".

Quizás por todo ello, entre las conclusiones que se sacan de esta interesante experiencia es "el vínculo que crean los peques con sus compañeros perrunos, como los esperan, los reciben, los miman y los cuidan a la vez que aprenden. Cuando los perros aparecen, se crea un ambiente muy especial y motivador que facilita el aprendizaje", asegura Susana.

Es más, desde la Asociación consideran que a lo largo de la experiencia "ningún niño ha mostrado rechazo hacia los co-terapeutas perrunos, al contrario, hemos encontrado niños que en su entorno familiar mostraban rechazo a estos animales, ahora ven a los perros de una manera diferente", insiste.

Dentro del Proyecto de Educación Asistida con Perros, sus impulsores, la Asociación Amigomio lo conforman un equipo interdisciplinar de profesionales del ámbito socio-sanitario y la educación, que trabaja a través de las Intervenciones Asistidas con Perros. (Terapia, actividades y educación).

El trabajo diario es cosa de un equipo de técnicos en Terapia Asistida con Perros, que de por sí tienen una formación especializada (veterinaria, psicología, terapias ocupacionales, pedagogos, integradores sociales, especialistas en educación canina y conducta animal, etc.), algo que les ha permitido crear un grupo interdisciplinar para planificar y realizar sus actividades.

Así, en otros ámbitos también han desarrollado ya tareas para personas con problemas de autismo, discapacidad intelectual, tercera edad, intervenciones Educativas escolares, parálisis Cerebral, síndrome de down o intervenciones Psicosociales, entre otras.

Los perros con los que se trabajan son cuidadosamente seleccionados por sus características y conducta, y se les instruye con un entrenamiento específico para participar en este tipo de actividades, que se convierten en una herramienta al servicio del profesional y continúo para que su adaptación al entorno de trabajo sea la idónea. Además, todos pasan controles veterinarios exhaustivos durante todos los meses.

De hecho, en el caso de Chusca y Fito, que han sido los encargados de interactuar con los pequeños de la guardería, también tienen experiencia de horas con colectivos de la tercera edad, TEA (Trastorno del Espectro Autista) o parálisis.

A nivel de Jerez, la asociación, que tiene su sede en San Fernando, ya ha colaborado con el Ayuntamiento de la ciudad en unas charlas de concienciación realizadas recientemente en la Sala Paúl.

"Todos los padres han terminado muy satisfechos y eso nos ha hecho preparar una segunda propuesta para el próximo mes", destaca la responsable del Centro de Educación Infantil El Nido.

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